París, la ciudad del amor, de la luz... y también del arte. Y vaya si lo es del arte; cada rincón, cada bar de la esquina, cada calle es preciosa y tiene su encanto. Es grande y majestuosa, pero su belleza también se observa en esos ínfimos detalles.
Fascinada, como suenan mis palabras, esta escapada de volver a la ciudad que a tanta gente ha inspirado, ha sido un sueño de cinco días bien aprovechado.
El louvre por la tarde, ver a parejas sellando su amor en el Pont des Artes, dieta a base de crepes, subir a la Torre Eiffel, siestecita en los Champs de Mars, la Nôtre Dame, Sacre Coeur imponente, las animadas calles del Barrio Latino... Y así podría seguir y seguir.
Ha sido una experiencia inolvidable, que ha despertado en mi nuevas ideas de dibujos y tal vez algún que otro cuadro.
Los parisinos ya están hasta las narices de lso turistas y sus candados, y puede que tengan razón, no sería el primer puente que se cae por el peso del amor! |
¡Hola Pau! París es poética y preciosa. Los artistas a cada calle, las casas... Una ciudad que enamora y te invita a enamorarse. Las fotos son muy bellas y tu entrada me ha encantado, ojalá hagas muchas obras respecto a París <3 Un besazoo
ResponderEliminarParis es especial.
ResponderEliminarLas fotos: geniales!!!